- El apego a los dispositivos, la falta de incentivos o el desconocimiento de los canales de recogida, constituyen factores que aún frenan una circularidad plena
- Por su parte, el 60% de los consumidores afirma estar dispuesto a pagar más por aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) más sostenibles y de fácil reparación y reciclaje
- Así se recoge en el VI Informe Anual Recyclia sobre tendencias en la industria del reciclaje de RAEE y pilas en España
Cerceda, 19 de diciembre de 2025.- De acuerdo con el VI Informe Anual Recyclia sobre tendencias en la industria del reciclaje de RAEE y pilas en España, el 60% de los consumidores españoles afirma estar dispuesto a pagar más por aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) que sean más sostenibles y de fácil reparación y reciclaje, en línea con la tendencia registrada en el conjunto de la Unión Europea (59%).
Asimismo, el documento señala que el sector obtuvo en 2024 un impacto económico superior a los 1.400 millones de euros de valor añadido bruto (VAB)[1], con un efecto multiplicador total de 2,7 euros en el conjunto de la economía española por cada euro generado. La actividad mantuvo 24.300 empleos a tiempo completo -de los que 8.600 son directos- y realizó una aportación fiscal al Estado de más de 230 millones de euros.
En términos absolutos, los grandes aparatos continúan liderando la generación de RAEE en nuestro país, aportando una de cada tres toneladas generadas en 2023, mientras que los pequeños aparatos son responsables del 29%.
En paralelo, el mercado de aparatos mantuvo en 2024 un fuerte dinamismo,con 1.316,5 millones comercializados, un 20,6% más que en 2023.
El papel sociológico del consumidor ante el residuo electrónico
El estudio identifica dos factores sociológicos clave y, en cierto modo, contrapuestos: por un lado, la creciente predisposición hacia un consumo más responsable y sostenible; por otro, la persistencia de patrones arraigados -como el apego a los dispositivos, la falta de incentivos o el desconocimiento de los canales de recogida- que aún frenan una circularidad plena. De hecho, el 59% de los hogares españoles conserva ordenadores portátiles o tabletas que ya no utiliza.
Igualmente, el informe señala que, a pesar de los avances normativos y de concienciación, las tasas de recogida siguen por debajo de los objetivos obligatorios. Así, aunque España cuenta con una amplia red de puntos de recogida, una proporción significativa de los pequeños aparatos no entra en el flujo de residuos a causa de ese denominado “efecto tesoro”. No obstante, el estudio de Recyclia destaca que, en los dos últimos años, ha aumentado en dos puntos el porcentaje de hogares que se deshacen correctamente de sus equipos informáticos en desuso: el 17% en el caso de los ordenadores portátiles y el 31% en el de los de sobremesa.
El estudio estima que en 2030 podrían generarse más de 848.000 toneladas de RAEE a partir de los aparatos comercializados antes de 2024 en nuestro país.
Fuente: IndustriAmbiente