- La degradación ambiental cobra millones de vidas y cuesta billones cada año
- Mantener el modelo actual provocará impactos aún mayores, amenazando la prosperidad de las naciones
- El informe presenta dos vías de transformación: una basada en cambios de comportamiento para reducir el consumo material, y otra apoyada en el desarrollo tecnológico y las mejoras en eficiencia
Cerceda, 30 de diciembre de 2025. – La evaluación más completa jamás realizada sobre el estado del medio ambiente mundial concluye que invertir en un clima estable, en naturaleza y suelos saludables, y en un planeta libre de contaminación, puede generar billones adicionales en el PIB global, evitar millones de muertes y sacar a cientos de millones de personas de la pobreza y el hambre.
El informe Global Environment Outlook, Seventh Edition: A Future We Choose o GEO-7 (Perspectivas del Medio Ambiente Mundial, séptima edición: Un futuro que elijamos) es el resultado del trabajo de 287 científicos de múltiples disciplinas provenientes de 82 naciones.
El documento concluye que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los suelos, la desertificación, la contaminación y los desechos han tenido un impacto enorme en el planeta, las personas y las economías, y seguir las trayectorias actuales de desarrollo solo intensificará este impacto.
Sin embargo, adoptar enfoques integrales para transformar los sistemas de economía y finanzas, materiales y desechos, energía, alimentación y medio ambiente, generaría beneficios macroeconómicos globales que podrían alcanzar los 20 billones anuales de dólares estadounidenses para 2070 y seguir creciendo.
Un factor habilitador clave de este enfoque es dejar de centrarse únicamente en el PIB y utilizar indicadores que también midan el capital humano y natural —incentivando a las economías a avanzar hacia la circularidad, la descarbonización del sistema energético, la agricultura sostenible, la restauración de ecosistemas y más.
El informe presenta dos vías de transformación: una basada en cambios de comportamiento para reducir el consumo material, y otra que se apoya principalmente en el desarrollo tecnológico y las mejoras en eficiencia.
Seguir estas vías de transformación requerirá cambios radicales en cinco áreas esenciales tales como economía y finanzas; materiales y desechos; energía; sistemas alimentarios; y medio ambiente.
Degradación creciente
Basándose en múltiples fuentes, el informe también detalla las consecuencias actuales y futuras de mantener modelos de desarrollo convencionales.
Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 1,5 % cada año desde 1990, alcanzando un nuevo máximo en 2024.
Entre el 20 % y el 40 % de la superficie terrestre mundial se considera degradada, afectando a más de 3.000 millones de personas, mientras que un millón de los aproximadamente ocho millones de especies existentes están en riesgo de extinción.
Nueve millones de muertes son atribuibles cada año a algún tipo de contaminación, con el correspondiente coste económico.
Sin acciones de respuesta, el aumento de la temperatura media global probablemente superará 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales a principios de la década de 2030, superará los 2,0 °C en la década de 2040 y seguirá aumentando. En este escenario, el cambio climático reduciría el PIB mundial anual en un 4 % para 2050 y en un 20 % para finales de siglo.
Se prevé que la degradación de suelos y tierras continúe al ritmo actual, con la pérdida anual mundial de tierras fértiles y productivas equivalente al tamaño de Colombia o Etiopía —en un momento en que el cambio climático podría reducir la disponibilidad de alimentos por persona en un 3,4 % para 2050.
Las 8.000 millones de toneladas de desechos plásticos que contaminan el planeta seguirán acumulándose, aumentando las pérdidas económicas relacionadas con la salud.
Fuente: ONU