
- Avance del editorial del presidente de Sogama correspondiente al boletín corporativo del presente mes de julio
Cerceda, a 23 de julio de 2025.-El Complejo Medioambiental de Sogama en Cerceda (A Coruña) ha cumplido 25 años de actividad. Un itinerario con más de 9.000 días de dedicación y esfuerzo en el que esta infraestructura ha demostrado con creces su fortaleza, así como su capacidad de adaptación a crisis, retos, tecnologías de última generación y objetivos que casi parecían imposibles de cumplir.
Aquel 20 de enero del año 2000, se cortaba la cinta y desplegaba la cortinilla de una placa que daba el pistoletazo de salida a un proyecto respaldado por la Unión Europea, aunque muy contestado socialmente por determinados grupos de agitadores, y que marcaría un antes y un después en Galicia, permitiendo el cierre y clausura de 300 vertederos municipales incontrolados.
A día de hoy, 295 ayuntamientos de toda la comunidad (el 94% del total), y que aglutinan a más de 2,2 millones de habitantes, tratan sus residuos en un Complejo industrial referente en Europa y dotado con maquinaria específica para recuperar aquellos residuos reciclables que, por error, llegan a Sogama, y para valorizar energéticamente, es decir, para transformar en energía eléctrica, los no reciclables, evitando su depósito en vertedero, la opción más contaminante.
A lo largo de los años hemos introducido en este Complejo mejoras de calado para lograr una gestión más sostenible y eficiente de los residuos, plenamente respetuosa con el entorno y la salud de las personas, comprometida con la innovación y la economía circular, y, por supuesto, con el empleo estable.
Aquellos que anunciaron el apocalipsis con el nacimiento de Sogama, han podido comprobar por sí mismos que todo continúa igual, o incluso mejor. La mejor defensa de este sistema público ha sido el tiempo. El paso de los meses y años han permitido comprobar el gran salto del municipio de Cerceda a nivel industrial, económico y de empleo, pero también la riqueza de su entorno natural, que sigue intacta para disfrute de la población, con parques para sus niños, tierras fértiles para sus agricultores y pastos esplendorosos para su ganado. A modo de ejemplo, decir que las vacas, que no han visto modificada su fisionomía, en contra de los augurios de algunos catastrofistas, siguen campando a sus anchas al lado de las instalaciones de Sogama, tal y como hacían antaño.
Pero, además de todo ello, esta infraestructura ha permitido colocar a Galicia entre las comunidades españolas que menos vierten y que más valorizan, siendo su objetivo convertir los residuos en recursos, plenamente consciente de la necesidad de limitar el consumo de las escasas materias primas vírgenes.
Y es que nuestra comunidad ha sabido ver en la protección del medio ambiente una oportunidad para la calidad de vida de la ciudadanía, así como para el crecimiento, el progreso y la creación de puestos de trabajo.
Sogama, siempre en constante evolución, es uno de los paradigmas de esta firme apuesta por un futuro sostenible. Todavía queda mucho por hacer. Nuevas competencias y nuevos desafíos nos esperan: el residuo textil y la transformación digital, nuestros próximos pasos.
Presidente
Javier Domínguez Lino