- En el transcurso de las mismas se hizo especial hincapié en la práctica diaria del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y en la labor de Sogama a través de la recuperación material de la parte reciclable contenida en la basura en masa y en la recuperación energética de la no reciclable
Cerceda, 13 de octubre de 2025.- A fin de lograr una mayor implicación de la comunidad educativa del IES A Chapela (Redondela-Pontevedra) en la gestión sostenible de los residuos municipales, el centro solicitó la colaboración de Sogama para que sus educadores impartiesen formación y asesoramiento en torno a la práctica diaria del principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje), haciendo especial hincapié en la correcta separación de desechos en origen y su posterior depósito en los contenedores correspondientes, toda vez que constituye el área que genera más dudas y errores.
Los monitores al servicio de esta empresa pública impartieron un total de tres sesiones, dando cobertura a 255 estudiantes de diferentes cursos, así como a 15 docentes especialmente interesados en obtener la información necesaria para seguir divulgando en las aulas los beneficios del reciclaje y la importancia de que la ciudadanía colabore activamente con el mismo. La pretensión es que los buenos hábitos, no solo se instauren en el instituto, sino que se extiendan el entorno familiar y social del alumnado a fin de que tengan continuidad y que incluso sean los propios jóvenes quienes lleven a cabo una tarea educativa y de concienciación en la materia.
En el transcurso de las charlas se habló también del sistema de gestión de Sogama, al que están acogidos 295 ayuntamientos, incluido el de Redondela, y cuyo modelo incide en la aplicación prioritaria de las tres erres, que complementa, por una parte, con la recuperación material de aquellos residuos que, por error o desconocimiento, el ciudadano introdujo en el contenedor genérico, cuando su destino debería haber sido otro de recogida selectiva, y, por otra, con la recuperación energética de la fracción no reciclable, poniendo en valor un desecho que, de otra forma, acabaría enterrado en vertedero, la peor de las opciones debido a su alta carga contaminante y a la amenaza que representa para el medio ambiente y la salud.
Una de las cuestiones que suscitó gran curiosidad fue el compostaje de la materia orgánica, tanto en su dimensión doméstica como industrial, y la operativa a llevar a cabo en cada caso para la obtención del abono final, un fertilizante natural con excelentes propiedades para el suelo.
Saludos, Departamento de Comunicación