
- La cifra total de alimentos desperdiciados alcanzó los 58,2 millones de toneladas, un 0,7 % más que en el año anterior
- Más de la mitad (53%) proviene de los hogares, lo que representa 69 kilos por habitante
Cerceda, 21 de octubre de 2025.-El desperdicio alimentario en la Unión Europea continúa siendo una de las principales asignaturas pendientes en el ámbito de la sostenibilidad y uno de los grandes desafíos ambientales, sociales y económicos.
Según el último informe publicado por Eurostat, en 2023, la cifra de residuos alimentarios ascendió a 58,2 millones de toneladas, lo que equivale a 130 kilos de comida desperdiciada por persona.
El dato incluye tanto las partes comestibles como las no comestibles y supone un incremento del 0,7 % respecto a 2022, cuando se registraron 57,8 millones de toneladas.
Más de la mitad del desperdicio alimentario (53%) proviene de los hogares europeos, lo que representa 69 kilos por habitante. Le siguen, aunque con cierta distancia, los procesos industriales vinculados a la fabricación de alimentos y bebidas, responsables del 19 % del total (24 kg por persona).
El sector de la restauración y los servicios de comida generó un 11 % (14 kg por persona), mientras que la producción primaria —como la agricultura o la pesca— representó un 10 % (12 kg por persona). Por último, el comercio minorista y la distribución concentraron el 8 % restante (10 kg por persona).
En este contexto, la nueva Directiva Marco de Residuos revisada, que acaba de entrar en vigor, establece por primera vez objetivos vinculantes de reducción del desperdicio alimentario: un 10 % menos en la fabricación y procesamiento y un 30 % menos per cápita en la venta y el consumo antes de 2030.
Fuente: Eurostat
Imagen: Freepik