
- Esta cifra podría alcanzar los 17,9 millones si los países no cumplen sus compromisos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y si el financiamiento climático no prioriza los servicios sociales y de resiliencia para la niñez
Cerceda, a 11 de septiembre de 2025.- Al menos 5,9 millones de niños y jóvenes de América Latina vivirán en la pobreza para 2030 debido al impacto del cambio climático. Así lo indican la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un nuevo informe en el que también se analizan los esfuerzos de los países para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y a sus estrategias en adaptación y reducción de pérdidas y daños generados por el cambio climático.
En el escenario más optimista, en el que los gobiernos implementan acciones rápidas para limitar las emisiones, del orden de 5,9 millones de personas menores de 25 años adicionales podrían estar en situación de pobreza para 2030. Pero si los gobiernos implementan muy pocas o demasiado tarde las acciones acordadas en sus “Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional”, la cifra podría triplicarse a 17,9 millones.
Para las agencias, el financiamiento climático no prioriza los servicios de salud, nutrición, educación, agua y saneamiento que la infancia necesita para un óptimo desarrollo cognitivo y físico.
En América Latina y el Caribe, solo 3,4% del total de la financiación está dedicada a la niñez. Además, los recortes de fondos y reducción de ayuda para la cooperación coinciden con un momento de necesidad sin precedentes, en el que más que nunca millones de niños y jóvenes necesitan ese apoyo para mitigar el impacto desproporcionado del cambio climático en su desarrollo.
En este contexto, CEPAL y UNICEF recomiendan a los gobiernos de América Latina aumentar la financiación climática para la infancia, con acciones dirigidas específicamente a las necesidades de los niños de diferentes edades y fomentar políticas de protección social y de respuestas a emergencias que tengan en cuenta sus demandas específicas.
Fuente e imagen: ONU