- Educadores de esta empresa pública impartieron sesiones formativas en el CPR Ángel de la Guarda, incidiendo en la correcta selección de aquellos residuos que, dadas sus características, pueden llevar a equívocos o bien están conformados por distintos materiales
- Entre otras cuestiones, los pequeños se interesaron en las razones por las cuales los contenedores marrones, en los que deben introducir la materia orgánica, están cerrados, precisándose de una llave o tarjeta para abrirlos
Cerceda, 10 de diciembre de 2025.- Cerca de cien alumnos de primaria (de 5º a 6º curso) del Colegio Ángel de la Guarda de Nigrán (Pontevedra), recibieron formación por parte de educadores de Sogama para mejorar su aportación al reciclaje a través de la correcta recogida selectiva de las distintas fracciones de residuos.
Las sesiones fueron aprovechadas por los pequeños para consultar dudas respecto al contenedor de destino de determinados materiales, especialmente en el caso del amarillo, concebido para acoger únicamente los envases y envoltorios de plástico (no cualquier tipo de plástico), así como las latas y los briks.
También realizaron múltiples preguntas sobre el buen uso del punto limpio municipal, cuya función es hacer acopio de aquellos residuos de carácter especial o peligroso generados en el hogar, o en pequeñas empresas, y que, dadas sus características, no pueden ser introducidos en los contenedores de la calle, debiendo recibir un tratamiento específico por parte de gestores autorizados.
Compostaje
Otras de las cuestiones planteadas se centraron en el contenedor marrón, cuya función es recoger la materia orgánica generada en los domicilios o en grandes productores, para ser transportada finalmente a una planta de biorresiduos, donde, tras el correspondiente proceso industrial, se convierte en compost, un abono natural con excelentes propiedades fertilizantes para los cultivos, al losque también protege frente a plagas y enfermedades.
El interés de los escolares residía fundamentalmente en las razones por las cuales este recipiente se encuentra cerrado, precisando el usuario de una llave, o bien de una tarjeta, para abrirlo y depositar en el mismo su bolsa de orgánicos, que también debe ser compostable.
En este sentido, se les explicó que el cierre constituía una medida para impedir la entrada de impropios, y que la solicitud de llave o tarjeta por parte de los ciudadanos representaba un gesto y, en buena medida, una garantía de colaboración.
Durante la jornada, los alumnos también expusieron su experiencia en el ámbito del autocompostaje, ya que el colegio dispone de un compostador al que un grupo de niños lleva los restos de alimentos generados en el comedor y otro grupo se encarga del voltear y airear la mezcla, así como de la supervisión de los parámetros que influirán en el resultado final, como es el caso del oxígeno, la temperatura y la humedad.
Saludos, Departamento de Comunicación