
- Prevenir este fenómeno es urgente y necesario, dado su alto impacto en el cambio climático, pero también para proteger la biodiversidad, reducir la contaminación y mejorar la seguridad alimentaria
Cerceda, a 8 de abril de 2025.- Según un informe de la AEMA (Agencia Europea de Medio Ambiente), en 2022 se generaron aproximadamente 132 kg de desperdicio alimentario por persona en la Unión Europea, lo que equivale a algo más de 59 millones de toneladas, con un notable impacto ambiental y económico.
Los Estados miembros han tomado medidas para prevenir el desperdicio de alimentos, invirtiendo en campañas de seguimiento, concienciación y educación, pero el uso de medidas regulatorias o de mercado, como subsidios e incentivos financieros, sigue siendo limitado.
Para acelerar el progreso, se prevé que la UE adopte dos objetivos vinculantes que los Estados miembros deberán alcanzar en 2030: una reducción del 10% del desperdicio de alimentos en el procesamiento y la fabricación, y una reducción del 30% per cápita a nivel minorista y de consumo.
El informe también destaca que las estrategias de prevención de residuos deberían integrarse mejor en las políticas y medidas sobre el clima y la biodiversidad , argumentando que reducir el desperdicio de alimentos puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la tierra, el agua y los materiales utilizados en la producción de alimentos.
Igualmente, los Estados miembros deberían seguir las directrices de la denominada «jerarquía del uso de los alimentos», que hace hincapié en un uso y una reutilización más eficientes de los productos alimenticios. Por ejemplo, los excedentes deberían donarse o transformarse en piensos para animales en lugar de reciclarse.
Impactos del desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos sigue siendo alto y ha sido difícil, de acuerdo con el estudio, reducir o prevenir en toda la cadena: desde la producción hasta el procesamiento y la fabricación, pasando por la venta minorista, los servicios de alimentación y los hogares, lo que sugiere que es necesario intensificar las medidas de prevención.
El desperdicio de alimentos representa alrededor del 16 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sistema alimentario de la UE. Además, y según la Comisión Europea, las pérdidas económicas se estiman en 132.000 millones de euros anuales, con la particularidad de que desperdiciar alimentos implica que también se desperdician todos los recursos necesarios para su producción, como el suelo, el agua y la energía.
Fuente e imagen: AEMA