
- Son elementos imprescindibles para fabricar baterías, turbinas eólicas, microchips o vehículos eléctricos, pero que Europa importa en más de un 90%
- Un informe elaborado por el consorcio europeo FutuRaM y presentado durante el International E-Waste Day , ofrece el diagnóstico más completo hasta la fecha sobre la magnitud de esta “mina urbana”
- En el mismo se recogen una serie de recomendaciones para que la UE reduzca su dependencia de la minería exterior y convierta su montaña de residuos electrónicos en una reserva estratégica de materiales críticos
Cerceda, 15 de octubre de 2025.- Los europeos generan cada año 10,7 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) —unos 20 kilos por persona—, y dentro de ese flujo se esconden cerca de un millón de toneladas de materias primas críticas. Son elementos imprescindibles para fabricar baterías, turbinas eólicas, microchips o vehículos eléctricos, pero que Europa importa en más de un 90 %.
El informe Critical Raw Materials Outlook for Waste Electrical and Electronic Equipment, elaborado por el consorcio europeo FutuRaM y presentado durante el International E-Waste Da , ofrece el diagnóstico más completo hasta la fecha sobre la magnitud de esta “mina urbana”.
El estudio prevé que, si se mantienen las tendencias actuales, el volumen de residuos electrónicos podría alcanzar entre 12,5 y 19 millones de toneladas anuales en 2050. Sin embargo, con una estrategia de economía circular —basada en la reparación, el ecodiseño y la reutilización—, Europa podría mantener los niveles de generación actuales y, aun así, recuperar más de un millón de toneladas de materias críticas cada año.
El análisis del FutuRaM también detalla dónde se encuentran los materiales más valiosos: el cobre, en cables y placas; el aluminio, en carcasas y bastidores; y los metales del grupo del platino, en circuitos y pantallas. En pequeñas cantidades, pero de alto valor, aparecen neodimio, disprosio, tántalo o galio, presentes en dispositivos cotidianos como secadores, taladros, consolas o aparatos médicos.
Asimismo, el informe plantea tres escenarios hacia 2050: el tendencial, el de recuperación y el de circularidad. En este último, la Unión Europea lograría mantener estable el volumen de residuos y multiplicar el aprovechamiento de materiales estratégicos gracias a un mejor diseño de los productos, el refuerzo de las cadenas de reciclaje y la trazabilidad de los RAEE. En este sentido, recomienda fortalecer la recogida selectiva, incentivar el ecodiseño y aumentar la inversión en tecnologías de separación y refinado de elementos como tierras raras o metales del grupo del platino.
Normativa
La publicación coincide con un momento de fuerte impulso normativo en la UE. La Critical Raw Materials Act (2024) establece que al menos un 25 % de la demanda europea anual de materias críticas deberá cubrirse con materiales reciclados para 2030. Además, la futura Circular Economy Act —en consulta desde agosto de 2025— y la revisión de la Directiva RAEE prevista para 2026, refuerzan la trazabilidad y el mercado de materias primas secundarias.
Como síntesis, Europa tiene ante sí una doble oportunidad: reducir su dependencia de la minería exterior y convertir su montaña de residuos electrónicos en una reserva estratégica de materiales críticos. En palabras del propio informe, cada aparato desechado es una inversión desaprovechada.
Fuente: WEEE Forum
Imagen: Freepik